La remuneración pactada que obtengo en una inversión financiera, o bien, el gasto de intereses que me supone la contratación de un préstamo. En ambos casos no se tiene en cuenta si hay comisión alguna o la periodicidad de percepción o pago de las cuotas, respectivamente.
Juan Francisco Martín Bañez – Asociado EFPA 12099